viernes, 23 de enero de 2015

Princeso azul, calzado en rosa


Hablemos de poesía, hablemos de amor, de todo cuanto tu sombra me arrebata, de cómo todo terminará en tragedia, de una comedia mal escrita y como tu nombre llevará la falta de ortografía más grave al diccionario que dice llamarse mi corazón, que osa llamarte, amor.
Si en mi mano estuviera, entre apasionados tintineos caerían todos los botones de tu cuerpo, de la piel que encierra cuánto va más allá de tu mísero reflejo. Mil cantares envidiosos de una letra hecha soneto, avasallan tu voz de sirena, sirena de las noches, ahogada en tequila.
Tu insensatez ante el mundo circundante te da esa niñez que gozas, la misma que anhelo, que actúa hacia mí de grave velo, entre tu mundo y el mío.
Serás de mí,
como mi obra,

vos.

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