domingo, 8 de febrero de 2015

Animales en evolución


¿Qué nos hace diferentes? Hay personas para todos los gustos y colores, en serio, hay miles y miles de personas en el mundo. Todos nos hemos preguntado ¿Qué estamos haciendo con nuestra vida? A lo mejor no directamente, pero hay varias formas de hacerlo. Todos nos hemos sentido frágiles y vulnerables ante la vida, el miedo es algo innegable, y la tristeza siempre nos acecha. Pero la manera de enfrentarse a vivir, como plantar cara a los retos, esa es la manera de ser grandes y diferentes.
Me he tomado mucho tiempo para pensar en cuantas veces me han salido mal las cosas, y cuando se está negativo salen cien mil veces más de las reales. Pero el punto no es ese, el punto es que equivocarse es normal, es lo que hay que hacer, hay que probar a ser un desastre para levantarse y aprender, o hacerlo bien a la primera, (pero no suele ser mi caso).
Otra de las maneras en que somos diferentes, es en cómo hacemos sonreír a otros, como les herimos, como les amamos, como les tratamos,...Me gusta pensar en cómo sanamos, ese para mi es el milagro de la vida. En una película, decían, «un corazón abierto es fácil de herir y difícil de sanar» se me quedo grabada a fuego. El ejemplo más claro, la primera vez que se ama, es el amor más puro que se puede profesar, nos entregamos al cien por cien, y se termina. Ese dolor es horrible, duele más que una puñalada, porque no es mínimamente corporal, si fuera así nos tomaríamos unos calmantes, inmovilizaríamos la zona del cerebro afectada y ya está, una semana cada ocho horas la pastilla del desamor y a correr, en tres días volver a estar listo para enamorarse otra vez, aunque el médico recomienda esperar al séptimo día. Pero no es así, y no estoy segura de que quisiera que fuera así. Recuperase de otra persona importante para nosotros deja huella, es como si rompes una jarrón, todos esos fragmentos, aunque los pegues con el mejor super glue, no vuelven a ser ese entero, y las piezas pequeñitas desaparecen, se van, y nunca vuelven. Ahora hemos creado unas cuantas nuevas defensas, ante un peligro inminente emocional, ya solo nos queda seguir viviendo, nadie dijo que eso fuera fácil, pero es divertido, a veces.
¿No es posible encontrar un equilibrio?
Ideemos una poción de equilibrio, pongamos un poco de buenas cualidades por aquí unas cuantas malas por allí (siempre en menor porcentaje, porque nadie quiere ser un villano) y dejemos que la magia haga boom y voilà, persona buena, equilibrada con un toque dulce y sabor afrutado. ¿En serio?
El equilibrio o nos lo dan los años o la experiencia, y si tenemos suerte inclusive llega antes, pero es difícil, la vida actual es muy larga, luego la palmamos y quedamos reducidos al recuerdo de unos pocos, entonces ¿cómo se puede mantener el equilibrio? O peor aún ¿cómo llegar a ser felices?

Volviendo al principio, lo que nos hace diferentes son todas esas fórmulas que ideamos con el fin de conseguir ambas cosas, y lo mejor de ser humanos es que cuando nos comunicamos somos capaces de inspirar a otros para que puedan crear las suyas propias. La mía sigue en proceso, ¿y la tuya?

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