El amor más importante de mi vida ya es pasado. Aunque esa herida haya sanado me alegro mucho de que ese amor haya sido ella.
Cuando me enamore de A sabía que le asustaba el hecho de que tuviese unas emociones tan fuertes y volátiles. A pesar de toda mi inmadurez, con ella crecí.
Nuestro amor me dio un punto de apoyo enorme que a veces no supe aprovechar por mis inseguridades, aún así me gustaba saber que al fin tenía una roca, que ambas éramos una equipo.
Construir con alguien tan distinto a ti a veces es un caos y otras muy enriquecedor.
Lo que aprendí con A no se puede resumir y no creo que haya muchas personas como A, ella es íntegra, leal, la razón, tenía ese lado divertido, infantil y podía conectar con ella en el arte. Aunque lo que más me gusta de ella es que es buena, de esas personas sin mucha maldad, que en su mirada no albergan nada malo, y que por eso casi puedes ver su alma.
Al pensar en A me doy cuenta de que aunque los sentimientos cambien, lo que te gusta de alguien no.
Espero que poco a poco podamos seguir en nuestras vidas A, para mí eres valiosa. Agradezco haber tenido a alguien que durante un tiempo cuidase de mi corazón.
Ahora me toca a mí cuidar de él, y me cuesta no dejarle a sus anchas y no ponerle barreras.
Lo que no quiero desaprender de mi periodo con A es a quitarme la armadura, gracias a ti deje de tener miedo a incomodar con mis sentimientos y eso no lo quiero olvidar.
Me diste un lugar privilegiado donde poder ser yo misma, me diste amor, paciencia y comprensión.
En mi vida siempre ocuparás un lugar, estés cerca o lejos porque contigo viví un periodo de mi propia historia.
Nos quisimos mucho A y fui muy feliz a tu lado.
Espero que todo nos vaya bien.
No siempre tenemos lo que queremos pero eso no significa que sea lo que necesitamos.
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